El viaje

 Lunes 13 de junio 2022. Después de ordenar la casa lo más posible, de pasar el fin de semana preparando el jardín, de preparar a las simpáticas personas que se encargarán del gallinero y otras que se encargarán de que las gallinas tengan suficiente agua (Francia va a tener un periodo de calor, y esperamos un verano caluroso), es hora de irse. Nos dirigimos al metro de Rennes y luego a la estación de tren. 

Primera buena sorpresa: el TGV al aeropuerto de CDG no es un tren de dos pisos: no es necesario subir las maletas por las escaleras. Y tenemos tres maletas de 20 kilos… Viaje rápido, conexión fácil desde la estación CDG de la Terminal 2 hasta la Terminal 3 y el hotel Ibis. Cena media en la pizzería del hotel. Película en la habitación, y a dormir. 

Nos levantamos a las 7 de la mañana, Samuel se ducha y va a Monoprix-Mark and Spencer a comprar zumo de naranja y yogur, desayuno rápido y a las 8.10 estamos de camino al aeropuerto. Desde entonces hasta que hagamos cola para mostrar a las azafatas japonesas de Air France nuestra app “MySOS” (pruebas COVID negativas aseguradas) y nuestras visas, va a ser una mezcla de espera en colas y prisas. Se necesitan realmente 2 horas y 45 minutos para llegar a la puerta. No hay tiempo para tomar un café. 

Una vez en el avión, es hora de relajarse. Sorpresa: el avión está completamente lleno. Esto es una sorpresa para nosotros. Fue tan difícil conseguir visas para los cuatro, ¿cómo es que pasa tanta gente? Habrá que esperar a la llegada para conseguir la llave: cerca del 70% de los pasajeros no van a Japón, sino a Noumea. Por lo tanto, no hay necesidad de visados de trabajo, pruebas negativas, etc. A los pocos que permanecen en Japón se les pide que permanezcan sentados mientras el resto sale escoltado hacia la sección de conexión. 

El viaje es largo: 13 horas debido a la geopolítica (bajamos sobre Austria, la parte turca del Mar Negro, antes de ascender un poco, y luego, una vez sobre Pekín, al sur una vez más para evitar Corea del Norte. Algunos de nosotros conseguimos dormir casi todo el tiempo, así que estábamos preparados para el día después de haber perdido una noche. Aterrizamos a las 7:15 hora local. Y nos dirigimos al control de Covid-19, al control de pasaportes y a la aduana.