Dia 40

Nos levantamos temprano y vamos a comprar algo de comida para desayunar en la estación de Tokio. Esta mañana tomaremos el Shinkansen a Shin-Kobe, al que llegaremos sobre las 13:00 horas. El plan es comer en Shin-Kobe y explorar la zona antes de ir a la zona de la estación central de Kobe, donde tenemos un hotel. El viaje en tren es rápido y cómodo, y podemos ver el Fuji-san una vez más, desde más cerca que la última vez. En Shin-Kobe, encontramos rápidamente una taquilla con monedas, guardamos la mayoría de nuestras cosas en una taquilla y vamos a un restaurante que tiene fama de servir un excelente menú de carne de Kobe. Tenemos el local para nosotros solos, y disfrutamos de una deliciosa carne y verduras con un chef cocinando, todo delante de nuestros ojos. Una experiencia deliciosa y agradable. 

A continuación salimos y empezamos a caminar por las colinas de Kobe. Llegamos a las cascadas de Nunobiki, continuamos hasta la presa de Nunobiki y caminamos a lo largo del embalse. Es agradable disfrutar de la naturaleza por una vez. A lo largo del camino hay algunos santuarios, un encantador puente antiguo (el puente Tanigawa) y algunos miradores. Las vistas de la bahía son estupendas. Las cigarras hacen ruido, pero no el que estamos acostumbrados a oír. Está claro que se trata de un lugar popular de fin de semana durante el verano. Eyquem y Gadea ven una avispa que ha paralizado a una gran araña. La avispa procede a meter a la araña en el agujero de su nido: pondrá huevos en la pobre araña, que recuperará la movilidad y vivirá como huésped hasta… Seguimos nuestro camino y nos encontramos con una hembra de jabalí japonés con 3 pequeños. La madre se mueve con cautela y luego acelera para ponerse a salvo. Mientras tanto, Noe, Gadea y Eyquem se alejan cautelosamente y luego aceleran para ponerse a salvo. Los pequeños jabalíes siguen a la madre durante un rato, pero luego regresan a toda velocidad al lugar de donde venían. Con suerte, la familia se reunirá más tarde. Por nuestra parte, terminamos el descenso, recogemos nuestras cosas de la taquilla y tomamos el metro y el tren hasta el hotel. Nos relajamos un rato y luego salimos a los muelles para echar un vistazo a Kobe y cenar un poco.