Domingo 10 de julio. Después de todos los viajes en tren, hoy nos lo tomaremos con calma. Tenemos que terminar la colada para el viaje. La máquina funciona en cuanto nos levantamos. Nos costó un poco de esfuerzo y Google Lens dominar la máquina los primeros días, pero ya somos expertos en ella. Y cuando hace buen tiempo, la ropa se seca en pocas horas en el balcón. Samuel suele observar el balcón de enfrente cuando se levanta: si el espacio está lleno de ropa, tras una rápida confirmación de la aplicación del tiempo, ¡la colada está en camino!
Hoy, una actividad importante que hacer: es el día 10 del mes, lo que significa que las entradas para el Museo Ghibli para el mes de agosto salen a la venta a las 10 de la mañana. Como Japón sigue más o menos cerrado a los extranjeros, sólo funciona la red de ventas nacional. Samuel va al Lawson local (o más bien, a uno de los Lawson locales) para probar su mano en la máquina de billetes (se llama machina Loppi). Pero después de unos minutos, queda claro que las entradas sólo están a la venta en un sitio web gestionado por Lawson. De vuelta a casa, llamada de auxilio a Eyquem, movilización de todos los móviles: la web está 100% en japonés. Hay que crear una cuenta, y el nombre debe estar escrito en kanji y kana. Lo intentamos, pero el sitio entiende que somos extranjeros. Ahora tienes que usar Katakana y Kana. Eyquem es capaz de escribir en katakana, y Google translate nos ayuda a aproximarnos a Samueru Dantin en kana. Tras varios intentos, conseguimos crear la cuenta. Reservamos los asientos. Y tenemos que volver al Lawson para pagar las multas. Febrilmente, Eyquem, Gadea y Samuel van al Lawson. Primero tenemos que introducir la información (número de celda y nombre) en la máquina, que nos imprime una hoja. Se lo damos al cajero, pagamos y se imprimen los billetes. Todo funciona: tenemos las entradas para el museo Ghibli.
Tras un almuerzo en casa, decidimos ir a Shinjuku: la primera parada es la oficina de correos para un envío importante. Mientras Samuel hace la transacción, los niños y Noe encuentran un pingüino Suika muy bonito y deciden hacerle una foto. No leyeron la tarjeta de la entrada que prohíbe terminantemente hacer fotos. Hay un pequeño alboroto en la oficina de correos, hasta que la persona que habla un poco de inglés consigue pedirles que paren. Seguimos paseando por el Golden Gai, una zona de ocio nocturno en Shinjuku llena de bares y restaurantes, pero sobre todo de bares. Conocemos el lugar por su reputación, pero también por la serie “Midnight Diner” que es una serie japonesa muy apreciada por Noe y Samuel, una serie de pequeños episodios llenos de cotidianidad y humanidad. Durante el día, es menos activo, ¿quizás lo repasemos por la noche, entre adultos? En el camino, pasamos por el santuario de Hanazano, un importante santuario que visitamos en parte al principio de nuestra estancia.
Illegal pictrure! |
Despues, los niños quieren ir a una librería especializada en manga (en japonés). Vamos allá. Hay realmente muchas series de manga, conocemos unas cuantas. Uno de los principales problemas para encontrarlos, el sistema de clasificación. Viene por series y quizá por autor de forma lexicográfica, pero la clasificación, posiblemente alfabética, no nos ayuda. Finalmente, vamos a comprar unas Gyozas y nos vamos a casa para pasar la noche de “Stranger Things Finale”.
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