Jueves 16 de junio, segundo día en Tokio, primer día completo. Después de un despertar más complicado de lo normal, debido al jet lag, un desayuno tranquilo, fuimos a explorar la zona de la ciudad de Shinjuku al sur del piso. Estamos en el distrito de Okubo, un barrio coreano con muchos bares, cafés y otros lugares con temática K-Pop (y muchos adolescentes locos por el K-pop los fines de semana, como hemos descubierto desde entonces). Las calles están siempre llenas de gente. Dirigiéndonos un poco hacia el sur, llegamos al distrito de Kabikucho, que es una zona conocida por su vida nocturna. Durante el día, también está lleno de gente. Y en una de las salidas de la estación de Shinjuku, hay una pantalla en la que se puede ver un famoso gato en 3D, así como otras animaciones en 3D, intercaladas con anuncios publicitarios, por supuesto. Hay varias pantallas e incluso hay animaciones que empiezan en una pantalla y terminan en otra: un anime que empuja a otro, y este último termina de espaldas en la otra pantalla, por ejemplo.
Después, entramos en la guardia de Shinjuku para salir en Shibuya, donde hay un famoso cruce. En efecto, tres pasos de peatones se cruzan y el mundo se cruza en varias direcciones. Impresionante los jueves, pero, al parecer, aún más los sábados. De hecho, Shibuya es un distrito comercial. Paseamos un rato por la zona y comemos sushi en un restaurante con cinta transportadora. El cocinero prepara el sushi, cada uno se sirve los platos que pasan delante de él, platos de diferentes colores, y al final de la comida, se cuentan los platos de cada color, cada uno indicando un precio.
Tras una parada de “postre” en el Starbucks de Shibuya, no porque quisiéramos un Starbucks, sino porque tenía vistas al famoso cruce, volvimos al piso para los niños y Samuel, y a la uni para Noe. Para los tres primeros, después de un poco de trabajo (para uno) y de descanso (para los otros dos), un pequeño paseo por el barrio, luego un paseo hasta Waseda para encontrarnos con Noe y Robert y comer en un local de curry japonés muy agradable. Tras un Tayaki de postre, y la visita a un templo cerca de Waseda (y el encuentro de una pequeña rana y un gran sapo), vuelta a casa.
PD: pronto podremos publicar algunas fotos, ¡tenga paciencia!
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